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1 jul 2010

Venezuela: Confirman brote de mal de Chagas en Caracas

Miedo e incertidumbre son los principales sentimientos que afloran en las personas al escuchar hablar del mal de Chagas. La poca información y el desconocimiento contribuyen en gran medida a aumentar la preocupación por la enfermedad, y más aun cuando Luis Reyes Reyes, ministro de Salud y Protección Social, confirmó ayer un brote en Caracas, específicamente en la parroquia Antímano.

Están confirmados 16 casos.Y otros 14, que son familiares y miembros de las familias de las 58 casas que conforman el sector y que presentan síntomas, están siendo analizados. En las próximas 24 horas se sabrán los resultados.

El titular de la cartera de salud aseguró a través de la Agencia Bolivariana de Noticias (ABN) que ya se tomaron las medidas necesarias para evitar la proliferación de los casos. “Hemos conformado cuadrillas de búsqueda que trabajarán las 24 horas para atender cualquier llamado por situación sospechosa o vulnerable a la enfermedad. No hay epidemia en la ciudad capital".

Pedro Morel, director de Salud Ambiental en Zulia, explicó que el Chagas es una enfermedad parasitaria transmitida por el Trypanosoma cruzi, que se alberga en el chipo y se transmite al humano a través de una picada. También usa como reservorio otros 150 animales, como palomas, ratas, perros y gatos. “El insecto, al picar, inmediatamente deja las heces, que contienen una toxina que produce picazón en la zona”. Precisó que generalmente la persona se rasca y causa alguna laceración en la piel, por donde se introduce el parásito al organismo. “Algunas personas, al rascarse la piel, se llevan la mano infectada con las heces a los ojos y producen el chagoma, que es la inflamación del ojo”.

No tiene cura

El especialista explicó que el mal de Chagas se presenta en fase aguda y crónica. En la primera la persona manifiesta irritabilidad, intranquilidad, palpitaciones, taquicardia y arritmias, mientras que en la segunda desarrolla insuficiencia cardíaca. “El parásito provoca que el corazón se haga demasiado grande y llega el momento en que el órgano pierde la fuerza para bombear la sangre y causa la muerte del paciente. Este proceso puede tardar hasta 30 años".

Resaltó que las únicas formas de transmisión de la enfermedad son por la picada del chipo; por vía placentaria, es decir, al momento del parto; por accidente de laboratorio (transfusiones) o por la ingesta de alimentos contaminados con las heces del insecto. Puntualizó que el mal de Chagas no tiene cura, pero se controla.

Nelly Barboza, epidemióloga regional, aseveró que los médicos infectólogos son los encargados de manejar este tipo de pacientes. Por lo general, uno de los tratamientos es el uso de antiparasitarios.

Rasgos particulares

Su parecido con un chinche es asombroso, pero no se equivoque al tratar de reconocer un chipo. Es un insecto pequeño, de barriga aplastada y patas largas. Se alimenta de sangre de animal o humana en horas nocturnas. Vive en sitios alejados de la ciudad.

Pedro Morel, malariólogo con 20 años de experiencia, explicó que su sitio predilecto para vivir son las palmas. Las zonas rurales son en las que más se encuentra este insecto, mientras que en zonas urbanas se aloja en sitios oscuros. Señaló que un chipo se reconoce porque sus patas delanteras son más largas que su proboscis, es decir, el tubo con el que pican. “Cada 30 días el chipo se alimenta. Si hay animales cerca se alimentará de ellos, pero si por alguna causa no los hay, entonces recurrirá al humano”.

Recordó que anteriormente las casas fabricadas de barro y palma generaban la proliferación del chipo. “Las personas son las que trasladan los insectos desde su hábitat hasta la ciudad”.

Bajo control

María Moreno, secretaria regional de salud, aclaró que en Zulia no hay casos de mal de Chagas. Refirió que en los municipios Baralt y Valmore Rodríguez se conoce de la existencia de un chipo, pero que pertenece a la especie Tripanosoma rangeli, que no provoca daño alguno al ser humano.

El director de Salud Ambiental en Zulia agregó que este tipo no es patógeno con el ser humano. “En estas comunidades rociamos insecticidas, órgano fosforado para bajar la densidad del insecto en el sector”.

Exhortó a la población para que esté alerta si encuentra algún chipo en su casa. Recomendó agarrar al insecto con una pinza e introducirlo en un frasco para llevarlo a la Dirección de Salud Ambiental, en la avenida Delicias con Doctor Portillo. “Los insectos deben estar vivos, pues al matarlos se corre el riesgo de tener contacto con las heces y provocar la infección”.

Resaltó que la limpieza de las casas es fundamental para atacar la mínima posibilidad de albergar a un chipo. Se debe evitar que las palomas estén cerca de las ventanas, pues estas aves pueden transportar el insecto. “No hay que mantener enseres o baúles por mucho tiempo en el mismo lugar. El chipo busca lugares oscuros para ocultarse”.

España: inician nuevo tratamiento para el mal de Chagas

El hospital barcelonés de Vall d'Hebron ha iniciado un ensayo experimental con un nuevo medicamento para combatir el denominado mal de Chagas, provocado por un parásito que transmite la vinchuca, insecto que habita principalmente en las zonas rurales de los Andes. Esta enfermedad resulta mortal para unas 12.000 personas cada año, de los 10 millones que resultan afectadas en todo el mundo.

El tratamiento experimental se basa en el posaconazole, un antifúngico que en la actualidad se administra para infecciones de hongos invasivas (micóticas) y podría suponer el preámbulo de nuevas terapias y diagnósticos más eficaces. Este medicamento empezará a probarse en un grupo de 80 personas afectadas por el Chagas y los primeros resultados se conocerán dentro de un año.

Para combatir esta enfermedad se utiliza habitualmente el benzniasole, con múltiples efectos secundarios que obligan, en muchos casos, a abandonar el tratamiento y que tiene escasas tasas de curación, de entre el 15 y el 40%.

La enfermedad de Chagas se desarrolla entre los 10 y 20 años de haberse infectado pues al principio no presenta síntomas. Al cabo de este tiempo el parásito ha podido anidar en numerosos órganos del cuerpo y se desarrolla con problemas cardiacos, nerviosos y digestivos hasta provocar la muerte.

El Chagas se transmite normalmente por la vinchuca, que vive escondida en las casas de adobe de los Andes, pero también puede contagiarse a través de transfusiones de sangre, de madres a hijos durante el embarazo o, en menor medida, a través de los órganos trasplantados.

El proyecto de Vall d'Hebron cuenta con la colaboración de la Organización Mundial de la Salud y de Médicos sin Fronteras.