Así lo ha puesto de manifiesto hoy la catedrática Caridad Sánchez Acedo, quien preside el Comité organizador del XII Congreso Ibérico de Parasitología, en el que más de doscientos especialistas analizan desde hoy en Zaragoza el estado actual de las enfermedades de tipo parasitario, que afectan tanto a las personas como a los animales.
Según ha dicho Sánchez Acedo, catedrática de Sanidad Animal en la Facultad de Veterinaria de la Universidad de Zaragoza, en estos momentos hay gran cantidad de enfermedades, que estaban erradicadas en España o que no existían, que han reemergido o emergido como consecuencia de los viajes, la migración o el cambio global.
Entre ellas la de Chagas, ya que aunque el vector (insecto) que transmite la enfermedad no existe en España, se puede propagar con la donación de sangre o los trasplantes de órganos, ha explicado.
También se ha referido al aumento de la sarna, que se trasmite por contacto, y a la aparición de nuevos casos de malaria, no sólo en España sino en toda Europa, donde también viven los mosquitos trasmisores.
La malaria es una enfermedad muy importante "emergente y reemergente", ya que en España existía hasta el año 1963 y en estos momentos vuelven a detectarse, en inmigrantes y en personas que viajan al extranjero.
Se ha referido al caso registrado el pasado año en Huesca, en el que una persona que no había viajado al extranjero contrajo la enfermedad, lo que indica que existe "el foco de infección y los mecanismos de transmisión adecuadas".
Asimismo, ha destacado la importancia de la leishmaniasis, de la que en Europa y concretamente en España hay una prevalencia de infección en perros muy alta.
Ha agregado que, como existen los vectores (los artrópodos) que transmiten la enfermedad, se registran bastante casos en humanos, entre 200 y 300 al año.
Las enfermedades parasitarias son peligrosas para la vida de las personas porque los pequeños protozoos que las producen se multiplican en los órganos del sistema reticuloendotelial y afectan al hígado, al bazo o al corazón.
Existe otras como la triquinosis, por consumir carne de jabalí sin controlar o más raramente cerdos, que ya no suponen un problema en España, aunque hay cuatro o cinco brotes al año, ha explicado el catedrático emérito de Parasitología Antonio Ramón Martínez, de la Universidad Complutense de Madrid.
Ha agregado que, además del único caso de malaria autóctona de Huesca, esta provincia ha tenido también un brote de triquinosis este año, en el que ha fallecido una persona por haber consumido embutidos de jabalí sin haber pasado ningún control sanitario.
Por su parte, el presidente de la Asociación Española de Parasitología, Pablo Díez Baños, de la Facultad de Veterinaria de Lugo, ha señalado que entre un 5 y un 10 por ciento de las enfermedades podrían ser parasitarías, tanto autóctonas como procedentes de otros países donde son endémicas.
Para su estudio, la asociación reúne a unos 300 socios de toda España, de áreas científicas como Medicina, Biología, Veterinaria, Farmacia o Química.
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