El trabajo comenzó con el diseño y la síntesis de partículas de látex adecuadas para esta tarea, una técnica que ya se utiliza para test de embarazo y varias enfermedades. “Después, se obtuvieron los complejos látex-proteína, es decir se procedió a ´recubrir` las partículas con las proteínas antigénicas del T. cruzi”, narró Valeria García del Instituto de Desarrollo Tecnológico para la Industria Química (INTEC), dependiente de la UNL y el Conicet.
Entonces, los miembros del grupo de Polímeros y Reactores de Polimerización del INTEC comenzaron a trabajar en colaboración con el Laboratorio de Tecnología Inmunológica de la Facultad de Bioquímica y Ciencias Biológicas (FBCB) de la UNL.
El equipo liderado por Iván Marcipar se dedica desde hace años al diseño de proteínas recombinantes del T. cruzi, con el objeto de aumentar la sensibilidad y especificidad de los ensayos de diagnóstico.
“Para confirmar que una persona tiene Chagas, se requiere aplicar al menos dos métodos de diagnóstico. La ventaja de este kit es que sirve para tamizar a grandes rasgos una población de posibles pacientes de manera rápida. Después se va al laboratorio y se comprueba con otros métodos”, explicó García.
Hasta el momento, la mayoría de los kits de inmunoaglutinación para el diagnóstico de Chagas no resultan específicos, es decir, que presentan resultados positivos ante la presencia de otros parásitos, como el responsable de la Leishmaniasis.
“Comúnmente se trabaja con un homogenato del parásito, que se obtiene al procesarlo, por lo que todas las proteínas quedan presente. Esto tiene varios problemas, por un lado te obliga a trabajar con el parásito y, por otro, tiene reacciones cruzadas”, detalló García.
Finalmente, las proteínas se “pegaron” a las partículas de látex para sensibilizarlas. El reactivo diseñado fue puesto a prueba y contrastado con otros kits comerciales y las pruebas tradicionales de laboratorio. Los resultados avalaron la selectividad de las proteínas producidas en el laboratorio, significativamente mayor a los kits que trabajan con homogenatos.
Las investigaciones que llevaron al desarrollo del kit a escala de laboratorio comenzaron diez años atrás, en el grupo de Polímeros y Reactores de Polimerización del INTEC. Por aquella época, Verónica González y Luis Gugliotta comenzaron a trabajar en la síntesis de partículas y su caracterización con el fin de ser utilizadas en diagnóstico. Luego, dirigieron el trabajo de García que culminó con el desarrollo del kit.
“Fue un trabajo en grupo que tuvo buenos resultados y que tiene mucha aplicación, especialmente cuando se piensa que el Chagas es una enfermedad endémica de Argentina y Latinoamérica”, reflexionó García.
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