Estos compuestos y su función como antiparasitarios están protegidos por una patente conjunta de ambas universidades, de la que se ha solicitado su extensión internacional.
La Organización Mundial de la Salud calificó esta enfermedad tropical como la tercera más propagada en el mundo y representa un gran desafío sanitario en muchos países de América Latina.
Los resultados de la investigación, que se publican esta semana en la revista "European Journal of Medicinal Chemistry", permitieron desarrollar compuestos que inhiben enzimas específicas del parásito, consiguiendo así inactivar su sistema de defensa antioxidante.
Los ensayos probaron la toxicidad de los compuestos en células de mamíferos, así como la actividad antiparasitaria en las diferentes formas protozoarias.
Luego fueron seleccionados aquellos más efectivos para estudiar la parasitemia tanto en fase aguda como crónica, la inhibición de los enzimas exclusivos de los parásitos y las posibles alteraciones en órganos vitales en ratones.
Según el catedrático de Parasitología de la Universidad de Granada Manuel Sánchez Moreno, coautor del trabajo, los resultados de esta investigación son "muy prometedores".
El profesor destacó que el fármaco más utilizado actualmente para el tratamiento de la enfermedad de Chagas, el Benznidazol, tiene una efectividad muy baja, "fundamentalmente en la fase crónica (más de 40 días de tratamiento) de la enfermedad y presentan una toxicidad muy elevada".
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