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28 abr 2008

Detectan invasión de chinches (vinchucas) en la capital de Honduras

Es un vecino que no causa mayor incomodidad, pues se aloja entre las grietas de paredes. Su estilo de vida, aunque silencioso, es repugnante, pues se alimenta de sangre. Su minúscula picadura es una sentencia de muerte para sus víctimas.

Al observarlo se cree que es vulnerable frente a los humanos, por su reducido cuerpo, el cual mide apenas tres centímetros en la edad adulta, pero su picadura trasmite uno de los parásitos más dañinos para el corazón. Se trata de la chinche conocida científicamente como Triatoma dimidiata, el vector que ha comenzado a inundar las colonias capitalinas y que transmite el mortal mal de chagas.

PELIGRO

En el área sureste de la ciudad son 18 colonias infectadas de forma total por la chinche, de acuerdo a los registros estadísticos de los centros de salud de la colonia Monterrey y La Cañada. Estos centros de asistencia mantienen vigilancia en 46 colonias, con una población de 46 mil habitantes.

En el resto de la capital al igual se reporta la presencia del vector, pues en las colonias Miraflores, Kennedy, Lomas del Guijarro, San Miguel, El Reparto, Lomas del Norte, El Carrizal, Nueva Capital y Nueva Jerusalén también han reportado la presencia del insecto.

Según German Medina, técnico en salud ambiental municipal del centro de salud de La Cañada, “la chinche chagática ya se metió en todo el Distrito Central”, por lo que es necesario intervenir de inmediato. La zona de mayor proliferación del vector es el área de influencia de La Cañada. Son decenas de personas las que han llegado al centro de salud con frascos en cuyo interior traen el insecto que les picó.

VÍCTIMAS

Según informes proporcionados a EL HERALDO, en las últimas semanas se han atendido dos personas que mostraban la picadura del vector, las que de inmediato pasaron a ser evaluadas y a lo largo de 21 días estarán en observación para determinar si fueron contaminadas, dijo Medina. Y es que, pese a que exista la presencia de la chinche, es necesario determinar si es positiva del parásito Tripanosoma cruzi, el cual se desarrolla como mal de chagas.

El mismo se aloja en la sangre para luego llegar al corazón de la persona que recibió la picadura. Ileana Rosales, de 17 años, es una de las víctimas. Ella llegó al centro de salud Nerza Paz con siete picaduras del insecto, el cual fue atrapado entre las sábanas de su cama. La joven fue llevada de inmediato al centro de salud con la finalidad de iniciar la evaluación y de ser positiva seguirá el tratamiento para acabar con el parásito que transmite la chinche.

Al igual que Ileana, de junio de 2007 a la fecha se han recibido 104 casos de personas con picaduras del vector, de los cuales siete han resultado positivos con el mal de chagas, de acuerdo a los registros del centro de salud. “Las personas ya recibieron tratamiento, pues lo importante es documentar el caso y recibir la asistencia, ya que, de lo contrario, en menos de 10 años las víctimas podrían fallecer”, advirtió el especialista.

COMPLICACIONES

Cuando una persona es picada por la chinche debe acudir de inmediato a un centro médico con la finalidad de que se evalué la zona afectada, pues si presenta enrojecimiento y una ligera hinchazón puede ser un signo de la enfermedad. Es importante también atrapar el insecto y depositarlo en algún recipiente para que sea examinado en un laboratorio.

Bertha Marina Romero, residente de la colonia Lomas del Norte, es otra de las víctimas recientes, quien al momento de levantarse descubrió que en su brazo derecho presentaba una picada. La lesión había sido producida por una chinche que se encontraba en la pared de su cuarto, la que de inmediato fue aplastada por el golpe que le propinó con la plantilla de su zapato.

“Yo me asusté y sin tardar empecé a limpiar toda mi casa ya que, aunque no permanezca sucia, en la parte trasera existe un solar lleno de maleza”, dijo Romero.

En el lugar, de acuerdo a la versión de la afectada, se han encontrado guazalos, el animal que transmite el parásito Tripanosoma cruzi a la chinche. Según los especialistas, el insecto nace sin la enfermedad, pero cuando pica a los guazalos automáticamente se contaminan con el parásito.

LOS SÍNTOMAS

Los síntomas del contagio en humanos no siempre son visibles. “Hay casos en los que nunca se dan los síntomas y la persona no se da cuenta que tiene la enfermedad hasta que ya presenta problemas cardíacos”, explicó Ken Hashimoto, asesor de proyectos contra el mal de chagas por parte de Agencia de Cooperación Japonesa (Jica).

El mal de chagas se desencadena en varias etapas. La primera fase dura alrededor de 20 a 30 días. En ese período el paciente puede presentar fiebre, escalofríos, dolor de cabeza y músculos, malestar general y pérdida de apetito. En algunas ocasiones se inflaman los párpados y el pómulo. En ese momento se puede atacar el parásito, pues al llegar a la etapa crónica el daño es irreversible.

La etapa intermedia puede alcanzar varios años. Por lo general es una manifestación tardía de la infección. Al llegar a la etapa crónica sus manifestaciones más evidentes están en la relación directa con las alteraciones del corazón. Los síntomas más comunes de este nivel de la enfermedad son palpitaciones, disnea, dolores referidos al área cardíaca, dolor en la zona hepática y, sobre todo, manifestaciones típicas que se observan a través de un electrocardiograma.

ÁREAS DONDE SE ALOJA EL VECTOR

La ciudad capital cuenta con diversos factores que contribuyen con la proliferación de la chinche, entre los mas representativos son: los solares baldíos llenos de maleza, acumulación de piedras o desperdicios de construcción en las cercanías de las viviendas. También se aloja en las paredes sin repellar, sobre todo en colonias de las periferias, lo que facilita la reproducción y alojamiento del vector, tal y como ocurre en la aldea El Aguacate, ubicada en las cercanías de La Cañada, en el anillo periférico.

En el lugar, de acuerdo a los datos proporcionados a EL HERALDO, la proliferación del vector es significativa y la zona cuenta con las condiciones para que los insectos al ser evaluados resulten positivos con el parásito del mal de chagas. Los especialistas aseguran que las chinches pueden oler sangre a más de 3 kilómetros de distancia. Es decir que podemos tener el vector en La Cañada y puede recorrer hasta la Kennedy para atacar a alguna persona o animal de sangre caliente para alimentarse.

ESTADÍSTICAS A NIVEL NACIONAL

Un estudio que realizó la Organización Panamericana de la Salud (Ops) en el año 2000 determinó que en el país 1.8 millones de personas presentaban el riesgo de contagiarse por el mal de chagas en ese momento. En la actualidad, se cree que hasta 500,000 hondureños podrían estar contagiados, la mayoría de ellos sin saberlo.

El 25 por ciento de las personas contagiadas mueren de una enfermedad crónica conocida como cardiopatía chagática, que se les detecta en su etapa final. Los departamentos en los que más se registra la presencia de la chinche son Francisco Morazán, Intibucá, Ocotepeque, Lempira, Comayagua, Copán, El Paraíso, La Paz, Santa Bárbara y Lempira.

MEDIDAS PREVENTIVAS

Para contrarrestar los riesgos de contagio es recomendable sellar las grietas en viviendas, eliminar la acumulación de piedras, madera y restos de material de construcción cercanos a la casa. Además, se debe mantener los alrededores libre de maleza y fumigar de forma periódica los hogares.

Al momento de detectar un insecto es necesario reportarlo a las autoridades sanitarias, ya que la reproducción del insecto es múltiple. La hembra pone hasta 200 huevos de forma elíptica y son de color blanco cuando han sido recién puestos. A las semanas, el embrión se torna color rosado, la evolución se completa entre 20 y 50 días, según sea la temperatura.

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