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20 feb 2009

Diagnostican más de 300 casos del mal de Chagas entre inmigrantes latinos

[España] Murcia es el «reservorio europeo» de una enfermedad hasta ahora inexistente al ser la comunidad con más afectados de toda España Medicina Tropical destaca que no se contagia de humano a humano por contacto, pero sí alerta sobre embarazos, transfusiones y trasplantes.

Es un parásito que se alimenta de la miseria. Una mina contra la salud de los que peor viven que se acantona en su organismo para explotar cuando menos lo esperan. El mal de Chagas o tripanosomiasis americana se ceba con los habitantes de zonas rurales y deprimidas de Suramérica. Pero la pobreza obliga a viajar a países más pudientes a muchos latinoamericanos. Una necesidad que ha dado alas a esta enfermedad. Europa se enfrenta a una infección hasta ahora desconocida para el Viejo Continente, y resulta que la Región de Murcia se ha convertido en el «reservorio europeo» del llamado mal de los pobres.

El doctor Manuel Segovia, director de la Unidad Regional de Medicina Tropical del hospital Virgen de la Arrixaca y catedrático de Microbiología de la Universidad de Murcia, habla de «reservorio» (población de seres vivos que aloja un germen epidémico) tras la evidencia de la elevada incidencia de inmigrantes diagnosticados por su departamento. Desde que se empezó a trabajar la Unidad de Medicina Tropical en 2006 hasta septiembre de 2008 se han confirmado más de 300 inmigrantes que portan el protozoo Tripanosoma cruzi.

La mayoría, de Bolivia

Evidentemente otras unidades de Medicina Tropical de España han diagnosticado casos en latinoamericanos, como el Clínico de Barcelona o los hospitales madrileños Ramón y Cajal y Carlos III. Pero sus cifras de incidencia no son comparables a las registradas en la Región, como señala Segovia. En un reciente congreso de esta especialidad presentaron datos epidemiológicos y Murcia superaba con creces los números del resto de centros ubicados en grandes ciudades.

El mal de Chagas, denominado así por el científico que descubrió al parásito, se extiende desde el sur de EE UU hasta Argentina. De acuerdo a los datos que maneja la Organización Mundial de la Salud, hay entre 11 y 18 millones de afectados en todo el mundo y cada año mata a 50.000 personas.

¿Es grave? Esta patología puede producir en su fase aguda desde cardiopatía chagásica a alteraciones digestivas (megaesófago, megacolon) o insuficiencia respiratoria. Los síntomas más frecuentes son palpitaciones, dificultad para respirar, síncope y dolor torácico y, en algunas ocasiones, la muerte súbita. La singularidad de este parásito, como destaca Segovia, es que «tras la picadura se acantona en el organismo y puede tardar en dar la cara hasta 30 ó 40 años».

No se contagia como la gripe o la tuberculosis. Un chinche oriunda de América, conocido popularmente como la vinchuca, transmite la infección al picar al humano y depositar sus heces. Las casas de adobe donde malviven latinoamericanos más pobres son su hábitat por excelencia. La vinchuca aún no reside en Murcia ni en el resto de Europa. Por lo que los contagios detectados en la Región se produjeron en los países de origen de los afectados. Más del 80% de los enfermos proceden de Bolivia y de zonas rurales.

Primer caso congénito

Ahora el equipo de Medicina Tropical les trata para eludir que los afectados sufran síntomas graves, así como evitar la transmisión vertical (de madre a hijo) o a través de trasplantes o transfusiones de sangre. No se trata de supuestos hipotéticos: el primer caso congénito documentado en España ha sucedido en la Región. El profesor Segovia precisa que se diagnosticó una transmisión vertical en Barcelona, pero el bebé no tenía síntomas. El pequeño que nació hace menos de un año en La Arrixaca tuvo que ser ingresado en la UCI Neonatal a causa de las complicaciones provocadas por este parásito tropical.

La identificación de casos no ocurrió por casualidad. El equipo de Medicina Tropical seleccionó una serie de enfermedades características de las nacionalidades más frecuentes en la colonia inmigrante para someter a los pacientes, que eran derivados desde otros hospitales y centros de salud, a pruebas para descartar patologías más comunes en sus países de origen.

Las embarazadas suramericanas, principalmente bolivianas, se convirtieron además en objetivo prioritario de la unidad al temer la presencia del mal de Chagas en las madres y su posible transmisión al feto a través de la placenta.

Segovia hace hincapié en que tanto el Centro Regional de Hemodonación como los equipos de trasplantes han incluido este parásito entre las patologías a analizar en las extracciones de sangre y los órganos donados.

Y es que el mapa epidemiológico de la Región está cambiando a la par que la realidad social y cultural de sus habitantes. Mientras que hace tan sólo un par de años las paritosis intestinales era las infecciones tropicales más frecuentes en los diagnósticos de la red sanitaria murciana, actualmente el mal de Chagas es la patología más prevalente en el día a día de la Unidad Regional de Medicina Tropical.

«¿El futuro? Pues traerá nuevas enfermedades y se llevará otras -augura Segovia. Hace 50 años la hidatidosis era una muy frecuente en España, y ahora ni le sonará a la gente porque se da en los trópicos».

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