Investigadores de la Universitat de Valencia han dirigido y coordinado un estudio sobre el ADN del transmisor de la enfermedad de Chagas que demuestra que este parásito es un 'complejo de formas genéticas', por ello en las distintas zonas endémicas centroamericanas se muestra y responde a las estrategias de control de forma diferente.La enfermedad de Chagas, que afecta a algo más de 14 millones de personas, es transmitida por un chinche del tamaño de una cucaracha que se alimenta de la sangre de las personas mientras duermen y que causa daños irreparables en el esófago, el colon y el corazón, por lo que los enfermos suelen morir por fallo cardiaco.
Fuentes de la Universitat de Valencia han informado hoy en un comunicado de que este estudio, desarrollado desde hace diez años en colaboración con centros especializados de Francia, Reino Unido y varios países latinoamericanos, ha sido publicado en la revista americana 'PLoS Neglected Tropical Diseases'.
Se trata del análisis interpoblacional 'más extenso jamás realizado' sobre un insecto transmisor de la enfermedad de Chagas y demuestra que el principal vector de esta dolencia 'es en realidad un complejo de formas genéticas distintas que permite comprender la heterogeneidad de esta afección parasitaria en varios países endémicos'.
El estudio molecular que ha permitido este descubrimiento ha sido efectuado mediante análisis de secuencias de ADN y, según las fuentes, abre nuevas vías para el mejor control de esta enfermedad, considerada una de las más importantes causas de subdesarrollo de zonas depauperadas de la mayoría de países de América Latina.
La enfermedad de Chagas, también llamada Trypanosomiasis Americana, constituye la afección más importante de las zonas pobres rurales y periurbanas de América Latina y es responsable de subdesarrollo en las comunidades afectadas.
Causada por un protozoo llamada Trypanosoma cruzi, esta enfermedad parasitaria está circunscrita a América, desde Argentina y Chile hasta México, ya que es en estas zonas donde se encuentran los insectos Triatominos, vectores que la transmiten, aunque ya se han detectado varios casos en Estados Unidos.
Las fuentes han indicado que en España se han detectado en los últimos años 'numerosos casos' de inmigrantes con la enfermedad, y han explicado que puede transmitirse por transfusión sanguínea y transmisión vertical a neonatos a partir de madres inmigrantes gestantes infectadas que dan a luz en nuestro país.
El estudio internacional, que permitirá comprender la transmisión y características de la enfermedad y como afrontarla, ha sido dirigido y coordinado por los investigadores María Dolores Bargues y Santiago Mas-Coma, del Departamento de Parasitología de la Universidad de Valencia.
Los investigadores han demostrado que esta enfermedad está en gran parte relacionada con la divergencia evolutiva de la principal especie vectora Triatoma dimidiata.
El estudio molecular, realizado mediante análisis de secuencias de ADN, muestra como Triatoma dimidiata, siempre considerado como un único y mismo vector, es en realidad un complejo de diferentes vectores que incluye dos especies distintas y cuatro subespecies diferentes.
'Ello constituye un marco de gran importancia para entender el por qué esta enfermedad muestra características diferentes en las distintas zonas endémicas centroamericanas y porqué responde de diferente manera a las mismas estrategias de control aplicadas por los distintos países afectados', han destacado las fuentes.
EFE
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