[Venezuela] Un equipo de investigadores en Canadá desarrolló una clase de compuestos que pueden ayudar a la erradicación del Mal de Chagas, una enfermedad tropical que afecta a unos 18 millones de personas en América Latina, según un estudio publicado hoy.
La enfermedad la causa el parásito Trypanosoma Cruzi, transmitido a los humanos por insectos que se alimentan de sangre -en América del Sur conocidos como vinchucas- que pican preferentemente el rostro de sus víctimas, señalaron los investigadores en un artículo publicado en Antimicrobial Agents and Chemotherapy.
“Si bien, históricamente, la infección se ha confinado mayormente a las poblaciones pobres y rurales en América Central y del Sur, también ha aparecido en Estados Unidos, Europa, Japón, Canadá y Australia debido a las migraciones, y la transmisión sin el vector tradicional se está convirtiendo en una amenaza a la salud pública”, escribió la investigadora Deborah Nicoll Griffith.
Algunos cálculos ponen la cifra de casos en Estados Unidos de personas infectadas con el mal en 300.000 en el año 2005, agregó Nicoll, del Centro Merck Frosst de Investigación Terapéutica en Kirkland, Quebec.
La enfermedad tiene una fase aguda y una crónica y, sin tratamiento, el mal de Chagas conduce a trastornos cardiacos y digestivos a medida que el parásito se aloja en el corazón, el esófago y el colon para dañar los tejidos.
El tratamiento estándar actual para el mal de Chagas es la administración del compuesto benznidazole que muestra una actividad significativa contra el parásito durante la fase aguda pero no es tan eficaz una vez que la enfermedad se torna crónica.
Los trabajos de los científicos en busca de nuevos compuestos se concentraron en la interferencia con una enzima, cruzipain, que el parásito emplea para la digestión, para la producción de otros mecanismos celulares, para evadir el sistema de inmunidad de su anfitrión y para invadir los tejidos del corazón, el estómago y los intestinos.
Nicoll y sus colegas identificaron dos compuestos, conocidos como inhibidores reversibles de proteasa cisteína, que se acomodan a la cruzipain como las piezas de un rompecabezas e inhabilitan la proteína.
En el estudio los científicos probaron la eficacia de los compuestos en ratones y la compararon con la de la benznidazole.
El artículo concluyó que, si bien todos los grupos de ratones sometidos a tratamiento mostraron una reducción notable en la carga de parásitos en todos los tejidos, los dos compuestos experimentales tuvieron tasas más altas de cura de las infecciones agudas (90 % y 78 %, respectivamente), comparadas con la benznidazole (71 %).
“La eficacia demostrada en estos estudios de T. cruzi con ratones indica que los inhibidores de cruzipain que contienen nitrilo son un método prometedor para un tratamiento seguro y eficaz del mal del Chagas”, escribieron los investigadores. Fuente: El Nacional
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27 dic 2013
16 dic 2013
Científicos españoles patentan nuevos fármacos contra la enfermedad de Chagas
[España] Científicos españoles de las universidades de Granada (sur) y Valencia (este) han desarrollado nuevos compuestos activos para combatir la enfermedad de Chagas, tanto en su fase aguda como en la crónica, informó hoy la Universidad de Granada.
Estos compuestos y su función como antiparasitarios están protegidos por una patente conjunta de ambas universidades, de la que se ha solicitado su extensión internacional.
La Organización Mundial de la Salud calificó esta enfermedad tropical como la tercera más propagada en el mundo y representa un gran desafío sanitario en muchos países de América Latina.
Los resultados de la investigación, que se publican esta semana en la revista "European Journal of Medicinal Chemistry", permitieron desarrollar compuestos que inhiben enzimas específicas del parásito, consiguiendo así inactivar su sistema de defensa antioxidante.
Los ensayos probaron la toxicidad de los compuestos en células de mamíferos, así como la actividad antiparasitaria en las diferentes formas protozoarias.
Luego fueron seleccionados aquellos más efectivos para estudiar la parasitemia tanto en fase aguda como crónica, la inhibición de los enzimas exclusivos de los parásitos y las posibles alteraciones en órganos vitales en ratones.
Según el catedrático de Parasitología de la Universidad de Granada Manuel Sánchez Moreno, coautor del trabajo, los resultados de esta investigación son "muy prometedores".
El profesor destacó que el fármaco más utilizado actualmente para el tratamiento de la enfermedad de Chagas, el Benznidazol, tiene una efectividad muy baja, "fundamentalmente en la fase crónica (más de 40 días de tratamiento) de la enfermedad y presentan una toxicidad muy elevada".
Estos compuestos y su función como antiparasitarios están protegidos por una patente conjunta de ambas universidades, de la que se ha solicitado su extensión internacional.
La Organización Mundial de la Salud calificó esta enfermedad tropical como la tercera más propagada en el mundo y representa un gran desafío sanitario en muchos países de América Latina.
Los resultados de la investigación, que se publican esta semana en la revista "European Journal of Medicinal Chemistry", permitieron desarrollar compuestos que inhiben enzimas específicas del parásito, consiguiendo así inactivar su sistema de defensa antioxidante.
Los ensayos probaron la toxicidad de los compuestos en células de mamíferos, así como la actividad antiparasitaria en las diferentes formas protozoarias.
Luego fueron seleccionados aquellos más efectivos para estudiar la parasitemia tanto en fase aguda como crónica, la inhibición de los enzimas exclusivos de los parásitos y las posibles alteraciones en órganos vitales en ratones.
Según el catedrático de Parasitología de la Universidad de Granada Manuel Sánchez Moreno, coautor del trabajo, los resultados de esta investigación son "muy prometedores".
El profesor destacó que el fármaco más utilizado actualmente para el tratamiento de la enfermedad de Chagas, el Benznidazol, tiene una efectividad muy baja, "fundamentalmente en la fase crónica (más de 40 días de tratamiento) de la enfermedad y presentan una toxicidad muy elevada".
4 dic 2013
Atacama: Trabajadores paralizan construcción de mina por plaga de vinchucas con Mal de Chagas
[Chile] Cerca de 200 trabajadores subcontratistas de la empresa Salfa, que presta servicios en la construcción del proyecto minero Caserones, ubicado a 162 kilómetros al sureste de Copiapó, en la región de Atacama, decidieron irse a huelga por una supuesta plaga de vinchucas.
Desde el lugar se denunció que es en los campamentos en los que habitan en tiempos de turno, cuando se ve al insecto, típico de la zona precordillerana del norte de Chile, y que es portador del conocido Mal de Chagas, un síndrome que afecta a las arterias del corazón y provoca la muerte.
Por lo anterior, el grupo exige que se realice una fumigación a fondo en las faenas ubicadas en la comuna de Tierra Amarilla, al interior del Valle de Copiapó
Juan Carlos Sepúlveda, vocero de estos trabajadores movilizados, explicó las razones de esta paralización y la situación, en donde habrían sido picados 15 personas.
De momento, ni Lumina Cooper, dueña del proyecto, ni Salfa se han referido públicamente a la denuncia.
Fuente
Desde el lugar se denunció que es en los campamentos en los que habitan en tiempos de turno, cuando se ve al insecto, típico de la zona precordillerana del norte de Chile, y que es portador del conocido Mal de Chagas, un síndrome que afecta a las arterias del corazón y provoca la muerte.
Por lo anterior, el grupo exige que se realice una fumigación a fondo en las faenas ubicadas en la comuna de Tierra Amarilla, al interior del Valle de Copiapó
Juan Carlos Sepúlveda, vocero de estos trabajadores movilizados, explicó las razones de esta paralización y la situación, en donde habrían sido picados 15 personas.
De momento, ni Lumina Cooper, dueña del proyecto, ni Salfa se han referido públicamente a la denuncia.
Fuente
26 nov 2013
Enfermedad de Chagas, también en las metrópolis
[Argentina] “El 60% de los pacientes con Enfermedad de Chagas en Argentina se encuentra viviendo en las grandes ciudades”, señala el doctor Sergio Auger, director del Consejo de Enfermedad de Chagas-Mazza de la Sociedad Argentina de Cardiología y miembro de la Fundación Cardiológica Argentina.
La forma de transmisión más frecuente de esta enfermedad es a través de la vinchuca. Cuando este insecto “tiene el parásito, al picar chupa la sangre y en ese mismo momento defeca, eliminándolo. La picazón hace que la persona se rasque y, al rascarse, entra el parásito en el organismo”, explica la doctora Mónica Foccoli, jefa de infectología de Corporación Médica San Martín, y médica de planta de la división infectológica del Hospital de Clínicas.
“A la vinchuca le gusta el calor, por lo que se encuentra especialmente en regiones tropicales y subtropicales”, señala Foccoli. La presencia de la enfermedad en áreas urbanas se debe a la migración desde los ámbitos rurales en que se encuentra la vinchuca, como pueden ser en nuestro país las provincias de Tucumán, Chaco o Formosa.
La ausencia del insecto en las grandes ciudades hace que no haya “riesgo de contagio, más allá de la trasmisión madre-hijo y la que se puede producir por transfusión de sangre, aunque esto último está muy controlado hoy en día”, observa el doctor Rubén Laiño, jefe de la sección de Electrofisiología no invasiva de ICBA (Instituto Cardiovascular de Buenos Aires).
Se calcula que en Argentina hay alrededor de un millón y medio de infectados, siendo el Chagas la causa de unas cinco mil muertes por año.
Aunque es una enfermedad endémica de América Latina, producto de las migraciones, se ha expandido también a otras regiones. “En Estados Unidos, por ejemplo, hay de 300.000 a 500.000 casos. Como allá no era una enfermedad endémica, cuando se donaba sangre no se hacían los controles correspondientes y se trasmitía por transfusiones”, observa el doctor Auger.
“La enfermedad atraviesa tres etapas. En la aguda, que es la primera, los síntomas pueden ser fiebre prolongada y agrandamiento de los ganglios, el hígado y el bazo”, explica Laiño, y agrega: “luego viene una segunda etapa que es asintomática, y el paciente puede estar 20, 30 años sin tener ninguna afectación ni cardíaca, ni del aparato digestivo.”
Entre un 70 y un 75% de los pacientes se mantienen en esa etapa. El resto evoluciona a la fase crónica, con cardiopatías. Los síntomas en esta tercera etapa pueden ser falta de aire, hinchazón de los pies, arritmias o pérdidas de conocimiento, entre otros. Que aparezcan o no estos síntomas depende del huésped, de sus defensas y también de las diferentes cepas de parásitos que hay.
La Enfermedad de Chagas afecta el sistema de conducción eléctrica, haciendo que el corazón lata muy lento o tenga pausas muy largas, pudiendo ser a veces necesaria la implantación de un marcapasos.
Cardíacamente, señala el Dr. Laiño, “el paciente chagásico puede morir por dos razones. La primera es la dilatación del corazón, que hace que este ya no pueda cumplir su función generando insuficiencia cardíaca. La otra razón es que se produzcan arritmias muy graves, de 200 a 240 latidos por minuto, lo que hace que al corazón le entre muy poca sangre”
Excepto cuando se halla en estadios muy avanzados, la enfermedad es reversible. Desde recién nacidos hasta los 19 años, hay altas chances de curación. En personas más grandes la efectividad se vuelve menor y hay que dar dosis más grandes de antiparasitarios. Como estos tienen efectos adversos, a veces graves, el tratamiento pasa a ser una decisión médico – paciente.
De todos modos, deben tratarse los síntomas específicos en la medida que aparecen. E incluso en el periodo de latencia “se cita al paciente cada seis meses o un año, haciéndole todos los estudios. Si se ven cambios, se apunta a esos síntomas: si es una arritmia se lo trata con drogas anti arrítmicas; si es un bloqueo grave, va el marcapasos”, señala el Dr. Auger.
La vinchuca anida y duerme en casas con techos de paja, que tienen barro, grietas y muchos animales cerca. La pobreza, sobre todo rural, está así muy ligada a esta enfermedad, siendo fundamentales las condiciones de higiene y vivienda dignas para erradicarla, así como la fumigación periódica.
Por otro lado, es importante la educación sanitaria para “reconocer la vinchuca y saber que hay que matarla, llamando a los agentes correspondientes, y también para reconocer los síntomas cuando aparecen y hacer las consultas apropiadas”, explica la Dra. Foccoli.
En lo que hace a las zonas urbanas, a toda mujer embarazada se le hace el estudio correspondiente para saber si tiene o no la enfermedad. Si sale positivo, cuando nace el bebé hay que hacerle estudios específicos para saber si contrajo o no la enfermedad, ya que tiene probabilidades de curación cercanas al 100%.
“Muchas veces vienen a Buenos Aires personas de las zonas rurales para mejorar su situación, pero terminan viviendo en las villas de emergencia porque para ingresar a un trabajo se les hace un estudio de Chagas”, observa el doctor Auger.
“Quizás el examen le da positivo pero la enfermedad está en estado de latencia y va a desarrollar mucho más adelante los síntomas cardíacos, o no los desarrolla nunca. Es como no darle trabajo a una persona porque fuma y en diez años podría desarrollar un infarto”, concluye el especialista.
Todo esto trae un trastorno para la persona y para la familia: la estigmatización, el desarraigo, la pobreza.
La forma de transmisión más frecuente de esta enfermedad es a través de la vinchuca. Cuando este insecto “tiene el parásito, al picar chupa la sangre y en ese mismo momento defeca, eliminándolo. La picazón hace que la persona se rasque y, al rascarse, entra el parásito en el organismo”, explica la doctora Mónica Foccoli, jefa de infectología de Corporación Médica San Martín, y médica de planta de la división infectológica del Hospital de Clínicas.
“A la vinchuca le gusta el calor, por lo que se encuentra especialmente en regiones tropicales y subtropicales”, señala Foccoli. La presencia de la enfermedad en áreas urbanas se debe a la migración desde los ámbitos rurales en que se encuentra la vinchuca, como pueden ser en nuestro país las provincias de Tucumán, Chaco o Formosa.
La ausencia del insecto en las grandes ciudades hace que no haya “riesgo de contagio, más allá de la trasmisión madre-hijo y la que se puede producir por transfusión de sangre, aunque esto último está muy controlado hoy en día”, observa el doctor Rubén Laiño, jefe de la sección de Electrofisiología no invasiva de ICBA (Instituto Cardiovascular de Buenos Aires).
Se calcula que en Argentina hay alrededor de un millón y medio de infectados, siendo el Chagas la causa de unas cinco mil muertes por año.
Aunque es una enfermedad endémica de América Latina, producto de las migraciones, se ha expandido también a otras regiones. “En Estados Unidos, por ejemplo, hay de 300.000 a 500.000 casos. Como allá no era una enfermedad endémica, cuando se donaba sangre no se hacían los controles correspondientes y se trasmitía por transfusiones”, observa el doctor Auger.
Las etapas de la enfermedad
“La enfermedad atraviesa tres etapas. En la aguda, que es la primera, los síntomas pueden ser fiebre prolongada y agrandamiento de los ganglios, el hígado y el bazo”, explica Laiño, y agrega: “luego viene una segunda etapa que es asintomática, y el paciente puede estar 20, 30 años sin tener ninguna afectación ni cardíaca, ni del aparato digestivo.”
Entre un 70 y un 75% de los pacientes se mantienen en esa etapa. El resto evoluciona a la fase crónica, con cardiopatías. Los síntomas en esta tercera etapa pueden ser falta de aire, hinchazón de los pies, arritmias o pérdidas de conocimiento, entre otros. Que aparezcan o no estos síntomas depende del huésped, de sus defensas y también de las diferentes cepas de parásitos que hay.
La Enfermedad de Chagas afecta el sistema de conducción eléctrica, haciendo que el corazón lata muy lento o tenga pausas muy largas, pudiendo ser a veces necesaria la implantación de un marcapasos.
Cardíacamente, señala el Dr. Laiño, “el paciente chagásico puede morir por dos razones. La primera es la dilatación del corazón, que hace que este ya no pueda cumplir su función generando insuficiencia cardíaca. La otra razón es que se produzcan arritmias muy graves, de 200 a 240 latidos por minuto, lo que hace que al corazón le entre muy poca sangre”
Excepto cuando se halla en estadios muy avanzados, la enfermedad es reversible. Desde recién nacidos hasta los 19 años, hay altas chances de curación. En personas más grandes la efectividad se vuelve menor y hay que dar dosis más grandes de antiparasitarios. Como estos tienen efectos adversos, a veces graves, el tratamiento pasa a ser una decisión médico – paciente.
De todos modos, deben tratarse los síntomas específicos en la medida que aparecen. E incluso en el periodo de latencia “se cita al paciente cada seis meses o un año, haciéndole todos los estudios. Si se ven cambios, se apunta a esos síntomas: si es una arritmia se lo trata con drogas anti arrítmicas; si es un bloqueo grave, va el marcapasos”, señala el Dr. Auger.
Prevención
La vinchuca anida y duerme en casas con techos de paja, que tienen barro, grietas y muchos animales cerca. La pobreza, sobre todo rural, está así muy ligada a esta enfermedad, siendo fundamentales las condiciones de higiene y vivienda dignas para erradicarla, así como la fumigación periódica.
Por otro lado, es importante la educación sanitaria para “reconocer la vinchuca y saber que hay que matarla, llamando a los agentes correspondientes, y también para reconocer los síntomas cuando aparecen y hacer las consultas apropiadas”, explica la Dra. Foccoli.
En lo que hace a las zonas urbanas, a toda mujer embarazada se le hace el estudio correspondiente para saber si tiene o no la enfermedad. Si sale positivo, cuando nace el bebé hay que hacerle estudios específicos para saber si contrajo o no la enfermedad, ya que tiene probabilidades de curación cercanas al 100%.
La discriminación
“Muchas veces vienen a Buenos Aires personas de las zonas rurales para mejorar su situación, pero terminan viviendo en las villas de emergencia porque para ingresar a un trabajo se les hace un estudio de Chagas”, observa el doctor Auger.
“Quizás el examen le da positivo pero la enfermedad está en estado de latencia y va a desarrollar mucho más adelante los síntomas cardíacos, o no los desarrolla nunca. Es como no darle trabajo a una persona porque fuma y en diez años podría desarrollar un infarto”, concluye el especialista.
Todo esto trae un trastorno para la persona y para la familia: la estigmatización, el desarraigo, la pobreza.
9 oct 2013
Anticipan bondad de nuevo fármaco contra el Chagas
[Bolivia] La molécula E1224 es la nueva esperanza para las víctimas del mal de Chagas. Se trata de un medicamento que un equipo de investigadores de Bolivia, Brasil y España probó por dos años en 251 pacientes de Cochabamba y Tarija con el aval del Ministerio de Salud para eliminar el Trypanosoma cruzi de la sangre de los pacientes afectados por el parásito.
Los investigadores de Bolivia, Brasil y España concluyeron el estudio clínico del fármaco E1224, que abrirá nuevas posibilidades de cura para las personas infectadas con el trypanosoma cruzi, que causa el mal de Chagas. El director de la investigación, Faustino Torrico, dijo que: “Es el primer estudio clínico sobre una enfermedad infecciosa que se realiza en Bolivia, que aflige a casi un millón de personas, que requieren de tratamiento”. Explicó que el estudio se ha realizado con “el mayor rigor científico, técnico, el más alto respeto a la ética médica y el derecho de los pacientes”.
Según la coordinadora de la investigación, Cristina Alonso, el estudio se llevó adelante con 251 pacientes, la mitad de ellos en Cochabamba y se siguieron cinco ramas de tratamiento: placebo, benzinazol y tres dosis del nuevo medicamento E1224.
“Actualmente seguimos ciegos: no sabemos qué han tomado los pacientes; pero, sí sabemos que una proporción de ellos se han curado, porque hemos hecho un seguimiento con biología molecular para ver si existía todavía una pequeña porción del parásito en la sangre”, dijo Alonso.
La gerente de Ensayos Clínicos del DNDI, Glaucia Santina, informó que de los 251 pacientes que se sometieron al tratamiento, sólo ocho lo abandonaron.
Torrico expresó que aún es muy pronto para saber si los pacientes se curarán con el nuevo fármaco. “Lo que buscamos con una enfermedad infecciosa crónica, como el Chagas, evidentemente, es la cura, por eso en este estudio además de usar estos medicamentos nuevos se está investigando varias substancias (biomarcadores), que pueden dar una idea de qué está sucediendo en el organismo. Todo esto nos ayudará a saber si el efecto es benéfico y si hay cura”, expresó.
La monitor del proyecto, María Jesús Pinazo, resaltó la cooperación “sin la participación de los pacientes este estudio nunca se hubiese podido realizar”, dijo.
Los investigadores de Bolivia, Brasil y España concluyeron el estudio clínico del fármaco E1224, que abrirá nuevas posibilidades de cura para las personas infectadas con el trypanosoma cruzi, que causa el mal de Chagas. El director de la investigación, Faustino Torrico, dijo que: “Es el primer estudio clínico sobre una enfermedad infecciosa que se realiza en Bolivia, que aflige a casi un millón de personas, que requieren de tratamiento”. Explicó que el estudio se ha realizado con “el mayor rigor científico, técnico, el más alto respeto a la ética médica y el derecho de los pacientes”.
Según la coordinadora de la investigación, Cristina Alonso, el estudio se llevó adelante con 251 pacientes, la mitad de ellos en Cochabamba y se siguieron cinco ramas de tratamiento: placebo, benzinazol y tres dosis del nuevo medicamento E1224.
“Actualmente seguimos ciegos: no sabemos qué han tomado los pacientes; pero, sí sabemos que una proporción de ellos se han curado, porque hemos hecho un seguimiento con biología molecular para ver si existía todavía una pequeña porción del parásito en la sangre”, dijo Alonso.
La gerente de Ensayos Clínicos del DNDI, Glaucia Santina, informó que de los 251 pacientes que se sometieron al tratamiento, sólo ocho lo abandonaron.
Torrico expresó que aún es muy pronto para saber si los pacientes se curarán con el nuevo fármaco. “Lo que buscamos con una enfermedad infecciosa crónica, como el Chagas, evidentemente, es la cura, por eso en este estudio además de usar estos medicamentos nuevos se está investigando varias substancias (biomarcadores), que pueden dar una idea de qué está sucediendo en el organismo. Todo esto nos ayudará a saber si el efecto es benéfico y si hay cura”, expresó.
La monitor del proyecto, María Jesús Pinazo, resaltó la cooperación “sin la participación de los pacientes este estudio nunca se hubiese podido realizar”, dijo.
28 sept 2013
20% de los que tienen Chagas sufre del corazón
[Bolivia] El mal de Chagas afecta a más de 1.000.000 de personas en Bolivia y de ellos un 20% padecen problemas cardíacos que pueden causar la muerte de los pacientes, a este índice se suma la hipertensión asociada a diabetes que también es otra causa fuerte de decesos en la comunidad Boliviana, informa el doctor Alfredo Romero Dávalos, presidente de la Fundación Cardiovascular de Santa Cruz, que ofrece servicios a bajo costo para los enfermos cardíacos. Bolivia no cuenta con políticas de Estado que combatan estos males que son de costo significativo para los afectados.
El Chagas es causa de muerte en Bolivia. Los valles cruceños, la provincia Cordillera, parte del norte y Cotoca, concentra la mayor cantidad de enfermos de Chagas y que además presentan problemas cardiovasculares, señala el doctor Alfredo Romero Dávalos, presidente de la Fundación Cardiovascular de Santa Cruz (Fundacor). Romero señala que los índices son preocupantes pues este problema aún no es erradicado y los casos aumentan cada año, para ello se necesita implementar políticas de salud que permitan a los pacientes con Chagas y problemas cardíacos, acceder a diagnósticos y tratamientos, que suelen ser de alto costo para los afectados. En ese sentido trabaja la Fundacor, que desde la semana pasada oferta consultas a bajo costo, para que el ciudadano conozca su estado de salud, para que luego según los resultados obtenidos, proceda a un tratamiento que le permita mejorar su calidad de vida. "En otros países el tema de arterias coronarias e hipertensión son la mayor causa de muerte y en Bolivia la hipertensión y el Chagas".
Diagnóstico calificado a bajo costo. "Yo tengo problemas del corazón y aprovecho esta campaña que es de muy bajo costo", comenta Roberto Flores (43) que padece de presión alta. "En mi familia hay antecedentes de diabetes por ello me hago el chequeo", indica Ángel Pittari (36), que aprovecha realizar dos consultas de corazón y diabetes a solo 70 bolivianos en Fundacor.
El Chagas es causa de muerte en Bolivia. Los valles cruceños, la provincia Cordillera, parte del norte y Cotoca, concentra la mayor cantidad de enfermos de Chagas y que además presentan problemas cardiovasculares, señala el doctor Alfredo Romero Dávalos, presidente de la Fundación Cardiovascular de Santa Cruz (Fundacor). Romero señala que los índices son preocupantes pues este problema aún no es erradicado y los casos aumentan cada año, para ello se necesita implementar políticas de salud que permitan a los pacientes con Chagas y problemas cardíacos, acceder a diagnósticos y tratamientos, que suelen ser de alto costo para los afectados. En ese sentido trabaja la Fundacor, que desde la semana pasada oferta consultas a bajo costo, para que el ciudadano conozca su estado de salud, para que luego según los resultados obtenidos, proceda a un tratamiento que le permita mejorar su calidad de vida. "En otros países el tema de arterias coronarias e hipertensión son la mayor causa de muerte y en Bolivia la hipertensión y el Chagas".
Diagnóstico calificado a bajo costo. "Yo tengo problemas del corazón y aprovecho esta campaña que es de muy bajo costo", comenta Roberto Flores (43) que padece de presión alta. "En mi familia hay antecedentes de diabetes por ello me hago el chequeo", indica Ángel Pittari (36), que aprovecha realizar dos consultas de corazón y diabetes a solo 70 bolivianos en Fundacor.
12 ago 2013
Palomas trasladan parásito de la enfermedad de Chagas
[Perú] El aumento de palomas en la ciudad y su proliferación, sobre todo en determinados sectores, han motivado que el personal de Epidemiología de la Dirección Regional de Salud redoble la inspección por el riesgo de hospedar a chirimachas entre su plumaje. Y como ya se conoce, estos insectos son portadores del parásito "Trypanosoma cruzi", causante de la enfermedad de Chagas.
El especialista en epidemiología Juan Barrera Mamani explica que las crías de las chirimachas suelen habitar con las palomas para alimentarse de su sangre. El riesgo se encuentra en la naturaleza de estas aves, pues merodean por toda la ciudad, en los techos y viviendas abandonadas, exponiendo al contagio del mencionado parásito.
En Moquegua se detecta un promedio de tres casos de Chagas en niños por año, cifra que se mantiene pese a que en el 2009 se fumigaron las viviendas que pudieran albergar chirimachas, informó la oficina de Epidemiología.
El aumento de la población de palomas puede ocasionar otro tipo de enfermedades, sobre todo con sus heces, pues hay hongos que crecen ahí y pueden transmitirse a los humanos y causar un severo daño pulmonar.
Fuente
El especialista en epidemiología Juan Barrera Mamani explica que las crías de las chirimachas suelen habitar con las palomas para alimentarse de su sangre. El riesgo se encuentra en la naturaleza de estas aves, pues merodean por toda la ciudad, en los techos y viviendas abandonadas, exponiendo al contagio del mencionado parásito.
En Moquegua se detecta un promedio de tres casos de Chagas en niños por año, cifra que se mantiene pese a que en el 2009 se fumigaron las viviendas que pudieran albergar chirimachas, informó la oficina de Epidemiología.
El aumento de la población de palomas puede ocasionar otro tipo de enfermedades, sobre todo con sus heces, pues hay hongos que crecen ahí y pueden transmitirse a los humanos y causar un severo daño pulmonar.
Fuente
22 jul 2013
Detectan resistencia de las vinchucas a los insecticidas habituales
[Argentina] estudio científico sin precedente, realizado durante tres años en un área rural de la provincia del Chaco, encontró que los protocolos que se utilizan internacionalmente fallan a la hora de eliminar al insecto vector del mal de Chagas.
Según explica Gabriel Stekolschik en un despacho del servicio de información científica de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA ( www.exactas.uba.ar) , en 1991, Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Paraguay y Uruguay -con el liderazgo de la Organización Panamericana de la Salud- lanzaron la denominada Iniciativa del Cono Sur contra la Enfermedad de Chagas. La iniciativa se propuso como meta interrumpir la transmisión del Trypanosoma cruzi , el parásito responsable del mal, para 2005.
Pero si bien se documentaron avances significativos en ese sentido, la eliminación de la vinchuca y de la transmisión todavía es materia pendiente. Particularmente, en muchas comunidades rurales y periurbanas del Gran Chaco, un área de más de un millón de kilómetros cuadrados compartida por Bolivia, Paraguay y la Argentina.
En la región chaqueña argentina, la recurrente reaparición de vinchucas luego de rociar las viviendas con insecticidas permitió comprobar que la fumigación de las casas y de los focos peridomésticos, incluso utilizando doble dosis de insecticida, no evita que las vinchucas reaparezcan en las viviendas.
Para tratar de entender el proceso de reinfestación de los domicilios y evaluar la efectividad de los protocolos de fumigación de los programas oficiales de control del Chagas, un equipo de investigadores de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA, junto con colegas de Bolivia, Paraguay, Francia y EE.UU., lanzó un proyecto de investigación en el nivel regional, uno de cuyos principales resultados se publicó en la revista científica PLoS Neglected Tropical Diseases.
"Encontramos que los procedimientos utilizados para controlar el insecto vector de la enfermedad tienen una efectividad bastante limitada", reveló Ricardo Gürtler, investigador del Conicet y director del Laboratorio de Eco-Epidemiología de Exactas-UBA.
El estudio abarcó un área rural de 450 km2 de la municipalidad de Pampa del Indio, en la provincia del Chaco, donde, a lo largo de tres años y con una periodicidad de cuatro a siete meses, se inspeccionaron en total 4053 sitios de 411 casas.
La primera intervención, en noviembre de 2007, consistió en un exhaustivo relevamiento de todas las casas y la aplicación de insecticida en todos los sitios en los que se encontraron vinchucas. "Esperábamos un fortísimo impacto entre los cuatro y los doce meses posteriores al primer rociado, pero, en lugar de encontrar ausencia de insectos, encontramos un 10% de infestación -comentó Gürtler-. Ése es un nivel muy importante que nos alertó sobre una moderada resistencia a los piretroides, que son los insecticidas que se usan para combatir la vinchuca desde hace unos 30 años."
Los científicos descubrieron que los tratamientos selectivos, es decir aquellos en los que sólo se rocían los focos de vinchucas, no tienen efecto. Los investigadores recomiendan "tratar toda la vivienda y, en lo posible, ir un poco más allá del domicilio, porque es muy probable que haya otros focos cerca. Si no se continúa con la vigilancia y los rociados, en pocos años se volverá casi a la misma situación que había cuando comenzamos", dijo Gürtler.
Según explica Gabriel Stekolschik en un despacho del servicio de información científica de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA ( www.exactas.uba.ar) , en 1991, Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Paraguay y Uruguay -con el liderazgo de la Organización Panamericana de la Salud- lanzaron la denominada Iniciativa del Cono Sur contra la Enfermedad de Chagas. La iniciativa se propuso como meta interrumpir la transmisión del Trypanosoma cruzi , el parásito responsable del mal, para 2005.
Pero si bien se documentaron avances significativos en ese sentido, la eliminación de la vinchuca y de la transmisión todavía es materia pendiente. Particularmente, en muchas comunidades rurales y periurbanas del Gran Chaco, un área de más de un millón de kilómetros cuadrados compartida por Bolivia, Paraguay y la Argentina.
En la región chaqueña argentina, la recurrente reaparición de vinchucas luego de rociar las viviendas con insecticidas permitió comprobar que la fumigación de las casas y de los focos peridomésticos, incluso utilizando doble dosis de insecticida, no evita que las vinchucas reaparezcan en las viviendas.
Para tratar de entender el proceso de reinfestación de los domicilios y evaluar la efectividad de los protocolos de fumigación de los programas oficiales de control del Chagas, un equipo de investigadores de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA, junto con colegas de Bolivia, Paraguay, Francia y EE.UU., lanzó un proyecto de investigación en el nivel regional, uno de cuyos principales resultados se publicó en la revista científica PLoS Neglected Tropical Diseases.
"Encontramos que los procedimientos utilizados para controlar el insecto vector de la enfermedad tienen una efectividad bastante limitada", reveló Ricardo Gürtler, investigador del Conicet y director del Laboratorio de Eco-Epidemiología de Exactas-UBA.
El estudio abarcó un área rural de 450 km2 de la municipalidad de Pampa del Indio, en la provincia del Chaco, donde, a lo largo de tres años y con una periodicidad de cuatro a siete meses, se inspeccionaron en total 4053 sitios de 411 casas.
La primera intervención, en noviembre de 2007, consistió en un exhaustivo relevamiento de todas las casas y la aplicación de insecticida en todos los sitios en los que se encontraron vinchucas. "Esperábamos un fortísimo impacto entre los cuatro y los doce meses posteriores al primer rociado, pero, en lugar de encontrar ausencia de insectos, encontramos un 10% de infestación -comentó Gürtler-. Ése es un nivel muy importante que nos alertó sobre una moderada resistencia a los piretroides, que son los insecticidas que se usan para combatir la vinchuca desde hace unos 30 años."
Los científicos descubrieron que los tratamientos selectivos, es decir aquellos en los que sólo se rocían los focos de vinchucas, no tienen efecto. Los investigadores recomiendan "tratar toda la vivienda y, en lo posible, ir un poco más allá del domicilio, porque es muy probable que haya otros focos cerca. Si no se continúa con la vigilancia y los rociados, en pocos años se volverá casi a la misma situación que había cuando comenzamos", dijo Gürtler.
19 jul 2013
Identifican cambios atómicos en la proteína de la saliva de un vector del Chagas
[España] Investigadores del Instituto de Biología Molecular y Celular de Rosario (IBR) lograron describir a nivel atómico cambios muy sutiles que ocurren en una proteína clave para la transmisión de la enfermedad de Chagas por uno de sus vectores.
La proteína nitroforina está presente en la saliva de un “pariente” de la vinchuca que vive en el norte de América del Sur y en América Central, Rhodnius prolixus. Conocido popularmente como chipo, representa el segundo vector en importancia del Chagas después del Triatoma infestans.
La nitrofurina contiene cierta estructura atómica de varios anillos, el llamado “grupo hemo”, que le permite cumplir una doble función: transporta óxido nítrico, un gas vasodilatador que permite que le lleguen más nutrientes al insecto; y captura la histamina liberada por las células sanguíneas, que actúa como una especie de señal de alerta del sistema inmunitario. “De este modo, (la nitrofurina) impide que el organismo de la víctima detecte la picadura”, señaló a la Agencia CyTA el doctor Alejandro Vila, investigador del CONICET en el IBR y profesor de Biofísica en la Universidad Nacional de Rosario.
El trabajo se realizó utilizando un moderno equipo de resonancia magnética nuclear de alto campo disponible en el IBR y fue publicado en “Inorganic Chemistry”, una prestigiosa revista de química de la American Chemical Society. El equipo empleado posee potentes imanes con los que se someten estructuras biológicas de diminuto tamaño a fuertes campos magnéticos, gracias a los cuales es posible lograr una caracterización a nivel atómico.
Estructura tridimensional de la proteína nitroforina de Rhodnius prolixus y su grupo hemo (indicado en gris). (Foto: Créditos: IBR)
Aunque el hallazgo no tiene aplicaciones terapéuticas inmediatas, Vila señaló que los resultados obtenidos pueden ser considerados por otros grupos de investigación que se centran en el Chagas y buscan armar el “complejo rompecabezas” de los engranajes moleculares que participan en su transmisión.
En el trabajo también participaron Luciano Abriata y María Eugenia Zaballa del IBR en colaboración con el grupo de la profesora F. Ann Walker de la Universidad de Arizona, en Estados Unidos.
Fuente
La proteína nitroforina está presente en la saliva de un “pariente” de la vinchuca que vive en el norte de América del Sur y en América Central, Rhodnius prolixus. Conocido popularmente como chipo, representa el segundo vector en importancia del Chagas después del Triatoma infestans.
La nitrofurina contiene cierta estructura atómica de varios anillos, el llamado “grupo hemo”, que le permite cumplir una doble función: transporta óxido nítrico, un gas vasodilatador que permite que le lleguen más nutrientes al insecto; y captura la histamina liberada por las células sanguíneas, que actúa como una especie de señal de alerta del sistema inmunitario. “De este modo, (la nitrofurina) impide que el organismo de la víctima detecte la picadura”, señaló a la Agencia CyTA el doctor Alejandro Vila, investigador del CONICET en el IBR y profesor de Biofísica en la Universidad Nacional de Rosario.
El trabajo se realizó utilizando un moderno equipo de resonancia magnética nuclear de alto campo disponible en el IBR y fue publicado en “Inorganic Chemistry”, una prestigiosa revista de química de la American Chemical Society. El equipo empleado posee potentes imanes con los que se someten estructuras biológicas de diminuto tamaño a fuertes campos magnéticos, gracias a los cuales es posible lograr una caracterización a nivel atómico.
Estructura tridimensional de la proteína nitroforina de Rhodnius prolixus y su grupo hemo (indicado en gris). (Foto: Créditos: IBR)
Aunque el hallazgo no tiene aplicaciones terapéuticas inmediatas, Vila señaló que los resultados obtenidos pueden ser considerados por otros grupos de investigación que se centran en el Chagas y buscan armar el “complejo rompecabezas” de los engranajes moleculares que participan en su transmisión.
En el trabajo también participaron Luciano Abriata y María Eugenia Zaballa del IBR en colaboración con el grupo de la profesora F. Ann Walker de la Universidad de Arizona, en Estados Unidos.
Fuente
15 jun 2013
Desarrollan una trampa de olor que atrae a las vinchucas
[Argentina] Las vinchucas son vectores del parásito Trypanosoma cruzi, causante de la enfermedad de Chagas. Si bien el método principal para eliminarlas son los insecticidas, es fundamental realizar un monitoreo para evitar re-infestaciones con vinchucas provenientes desde pueblos vecinos y ambientes silvestres. Con ese fin, investigadores del CONICET desarrollaron una trampa de olor cuyo fin no es, necesariamente, capturar a todos los ejemplares, sino operar como un sistema de alarma para las autoridades.
“Queremos interceptarlas cuando están empezando a llegar. Esto también evita que se rocíe con insecticida previamente y se contamine a la gente sin razón”, indicó a la Agencia CyTA el doctor en ciencias zoológicas Pablo Guerenstein, del Centro de Investigaciones Científicas y Transferencia de Tecnología para la Producción (CICyTTP), en Diamante, Entre Ríos.
Guerenstein y su equipo partieron de una lista de aproximadamente 15 olores de vertebrado que sabían que las vinchucas detectaban. Mientras analizaban antecedentes bibliográficos, se dieron cuenta de que esos mismos olores eran percibidos también por los mosquitos, por lo que comenzaron a indagar en distintos cebos desarrollados para atraerlos. “El que nos pareció mejor candidato era un producto alemán, compuesto por tres olores. Lo probamos con las vinchucas y nos dio un buen resultado”, destacó Guerenstein. Como esa mezcla estaba patentada y no se conocía la proporción exacta de cada olor, los científicos tuvieron que realizar muchas pruebas hasta dar con un cebo efectivo y de desarrollo propio.
Al mejor estilo “hombre-araña”, las vinchucas suelen caminar sigilosamente por el techo de una vivienda. Hasta que el olor de una persona o un animal los embelesa. Entonces, se dejan caer sobre ellos. El objetivo de los científicos era hacer que la vinchuca detecte el cebo de olor y se tirara hacia la trampa, una bolsa de polietileno. “Pudimos probar que esta mezcla de olores les generaba ese comportamiento, que no es fácil de evocar”, señaló el investigador.
Por ahora, los resultados en el laboratorio han sido alentadores, pero el investigador explicó que para atrapar vinchucas en el campo es necesario que el cebo sea más potente. “La idea es seguir agregando olores para tratar de mejorar la performance del cebo e intentar sobrepasar la del producto alemán”, concluyó.
“Queremos interceptarlas cuando están empezando a llegar. Esto también evita que se rocíe con insecticida previamente y se contamine a la gente sin razón”, indicó a la Agencia CyTA el doctor en ciencias zoológicas Pablo Guerenstein, del Centro de Investigaciones Científicas y Transferencia de Tecnología para la Producción (CICyTTP), en Diamante, Entre Ríos.
Guerenstein y su equipo partieron de una lista de aproximadamente 15 olores de vertebrado que sabían que las vinchucas detectaban. Mientras analizaban antecedentes bibliográficos, se dieron cuenta de que esos mismos olores eran percibidos también por los mosquitos, por lo que comenzaron a indagar en distintos cebos desarrollados para atraerlos. “El que nos pareció mejor candidato era un producto alemán, compuesto por tres olores. Lo probamos con las vinchucas y nos dio un buen resultado”, destacó Guerenstein. Como esa mezcla estaba patentada y no se conocía la proporción exacta de cada olor, los científicos tuvieron que realizar muchas pruebas hasta dar con un cebo efectivo y de desarrollo propio.
Al mejor estilo “hombre-araña”, las vinchucas suelen caminar sigilosamente por el techo de una vivienda. Hasta que el olor de una persona o un animal los embelesa. Entonces, se dejan caer sobre ellos. El objetivo de los científicos era hacer que la vinchuca detecte el cebo de olor y se tirara hacia la trampa, una bolsa de polietileno. “Pudimos probar que esta mezcla de olores les generaba ese comportamiento, que no es fácil de evocar”, señaló el investigador.
Por ahora, los resultados en el laboratorio han sido alentadores, pero el investigador explicó que para atrapar vinchucas en el campo es necesario que el cebo sea más potente. “La idea es seguir agregando olores para tratar de mejorar la performance del cebo e intentar sobrepasar la del producto alemán”, concluyó.
18 mar 2013
Proyecto de vacuna oral contra Mal de Chagas
[Argentina] Tres científicos argentinos han desarrollado una vacuna oral para elMal de Chagas, enfermedad endémica en 21 países de América Latina, donde existen alrededor de 7.5 millones de infectados, anunciaron las autoridades científicas del país.
El proyecto de vacuna oral para el Mal de Chagas fue premiado por el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) -entre otras ocho propuestas- por representar "un avance científico tecnológico destinado a combatir las denominadas 'Enfermedades Olvidadas, Huérfanas o Desatendidas", infroma ANSA Latina.
El Conicet, al anunciar el premio, destacó "la originalidad y relevancia social del desarrollo de una vacuna oral contra la enfermedad de Chagas y su factibilidad de implementación y aplicabilidad clínica".
En América Latina existen alrededor de 7.5 millones de chagásicos de acuerdo a las estadísticas de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) de los cuales entre dos y tres millones son enfermos crónicos.
Otras estimaciones de organizaciones científicas nacionales y regionales han calculado que habitan alrededor de diez millones de chagásicos en el continente americano.
El proyecto premiado pertenece a Christian Magni, doctor en Bioquímica, Instituto Biología Molecular y Celular de Rosario (IBR); Ana Rosa Pérez, doctora en Ciencias Médicas, Instituto de Inmunología, Facultad de Ciencias Médicas, Universidad Nacional de Rosario (UNR) e Iván Marcipar, doctor en Ciencias Biológicas, Laboratorio de Tecnología Inmunológica, Facultad de Bioquímica y Ciencias Biológicas, Universidad Nacional del Litoral (UNL), todos ubicados en la provincia de Santa Fe, 400 kilómetros al norte de Buenos Aires.
Los investigadores recibieron un premio de 800 mil pesos aportados por el laboratorio Sanofi de Francia, para financiar el desarrollo de su proyecto.
"Nuestro trabajo está enfocado a desarrollar una probable cura del Chagas y vamos a hacer un prototipo de vacuna oral con un sistema de transporte de antígenos que nunca se había probado anteriormente, que va a ser introducido en el ser vivo a través del Lactococcus lactis, que ya se usa en los alimentos y es segura para uso humano", explicó la médica Ana Pérez.
"Elegimos Chagas porque pensamos que era una 'enfermedad huérfana' en la Argentina, coincidió Magni, que junto a sus dos colegas elaboraron el proyecto a partir de haber encarado "una idea factible" que ahora requiere de tiempo para completar su desarrollo y su aplicación terapéutica.
El proyecto de vacuna oral para el Mal de Chagas fue premiado por el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) -entre otras ocho propuestas- por representar "un avance científico tecnológico destinado a combatir las denominadas 'Enfermedades Olvidadas, Huérfanas o Desatendidas", infroma ANSA Latina.
El Conicet, al anunciar el premio, destacó "la originalidad y relevancia social del desarrollo de una vacuna oral contra la enfermedad de Chagas y su factibilidad de implementación y aplicabilidad clínica".
En América Latina existen alrededor de 7.5 millones de chagásicos de acuerdo a las estadísticas de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) de los cuales entre dos y tres millones son enfermos crónicos.
Otras estimaciones de organizaciones científicas nacionales y regionales han calculado que habitan alrededor de diez millones de chagásicos en el continente americano.
El proyecto premiado pertenece a Christian Magni, doctor en Bioquímica, Instituto Biología Molecular y Celular de Rosario (IBR); Ana Rosa Pérez, doctora en Ciencias Médicas, Instituto de Inmunología, Facultad de Ciencias Médicas, Universidad Nacional de Rosario (UNR) e Iván Marcipar, doctor en Ciencias Biológicas, Laboratorio de Tecnología Inmunológica, Facultad de Bioquímica y Ciencias Biológicas, Universidad Nacional del Litoral (UNL), todos ubicados en la provincia de Santa Fe, 400 kilómetros al norte de Buenos Aires.
Los investigadores recibieron un premio de 800 mil pesos aportados por el laboratorio Sanofi de Francia, para financiar el desarrollo de su proyecto.
"Nuestro trabajo está enfocado a desarrollar una probable cura del Chagas y vamos a hacer un prototipo de vacuna oral con un sistema de transporte de antígenos que nunca se había probado anteriormente, que va a ser introducido en el ser vivo a través del Lactococcus lactis, que ya se usa en los alimentos y es segura para uso humano", explicó la médica Ana Pérez.
"Elegimos Chagas porque pensamos que era una 'enfermedad huérfana' en la Argentina, coincidió Magni, que junto a sus dos colegas elaboraron el proyecto a partir de haber encarado "una idea factible" que ahora requiere de tiempo para completar su desarrollo y su aplicación terapéutica.
15 ene 2013
El Chagas detectado a tiempo, puede curarse
[Argentina] En la actualidad, existen métodos relativamente sencillos para detectar la enfermedad de Chagas. Mediante un simple análisis de sangre un individuo puede saber si es portador del parásito que causa la patología. Resulta útil para el seguimiento clínico de los infectados y es de gran importancia en mujeres en edad fértil dado que puede realizarse el rastreo en el recién nacido y, en caso de haber adquirido la infección, implementar un tratamiento efectivo para curar la enfermedad.
Los doctores Guillermo Nuñez y Vanesa Chávez son bioquímicos de Manlab, Diagnóstico Bioquímico y Genómico (www.genesis-manlab.com.ar) indicaron que el Chagas es una afección causada por el parásito Trypanosoma cruzi, que ataca diversos órganos, principalmente corazón, esófago y colon.
"Aunque existen varias vías de transmisión, en la Argentina aproximadamente un 85% de los casos se originan por transmisión vectorial, es decir, a través de heridas en la piel de individuos susceptibles, causadas por picaduras de vinchucas portadoras del parásito. La segunda vía relevante es durante el embarazo.
Se han descrito también la vía de transmisión transfusional, por trasplante de órganos, la vía oral y por accidentes de laboratorio", indicaron los bioquímicos. Los especialistas indicaron que "por ausencia de políticas públicas de prevención en países desarrollados, la primera de ellas es la responsable de la globalización del Chagas".
"La OMS considera a esta enfermedad como uno de los principales problemas de salud pública en América latina, en donde la Argentina es uno de los países endémicos para esta parasitosis. La OMS estima que en Sudamérica alrededor de 10 millones de personas están infectadas por T. cruzi debido a las malas condiciones de vida, a la presencia de la vinchuca y a la insuficiencia de políticas públicas, entre otros", manifestaron.
Asimismo, en las últimas décadas se ha observado con mayor frecuencia en los Estados Unidos, Canadá, muchos países europeos y algunos del Pacífico Occidental a causa de la movilidad de la población latinoamericana. Nuevamente, la principal vía de transmisión son las transfusiones sanguíneas. El consenso de 2010 define 2 fases clínicas de la enfermedad: la aguda, que se produce durante las primeras semanas de la infección, y la fase crónica, a la que algunos individuos pueden evolucionar y en donde se producen las afecciones en los órganos, principalmente el corazón (Argentina).
Aunque se cree que el tratamiento de la patología para los casos crónicos en adultos sólo permite aliviar los síntomas, puede curarse si se la detecta tempranamente (durante la fase aguda de la infección) mediante la administración de drogas antiparasitarias. La detección se realiza mediante diversos métodos de laboratorio (parasitológicos y serológicos o bioquímicos) dependiendo de la fase de la infección y del estado inmunitario del individuo infectado.
Vale destacar que la detección de enfermos de Chagas es clave ya que los casos importados en zonas en donde la vinchuca está establecida pueden desencadenar una secuencia de casos secundarios, es decir, los infectados pueden transmitir el parásito a vinchucas sanas que, a su vez, lo transmitirán a individuos sanos. Los casos en mujeres embarazadas deben ser monitoreados para determinar la ocurrencia o no de transmisión congénita.
En individuos adultos portadores del parásito, su detección es fundamental para realizar el seguimiento clínico de la fase crónica y el cuidado de la calidad de vida del paciente. En todos los casos, los pacientes y familiares deben estar bien informados sobre la prevención de la transmisión dado que la persona portadora no puede donar sangre ni órganos.
Por otra parte, según la Organización Panamericana de la Salud, las últimas estimaciones de casos (2006) indican que en la Argentina habría 7,3 millones de personas expuestas, 1,6 millones de infectadas y más de 300 mil afectadas por cardiopatías de origen chagásico. La prevalencia de infección por T. cruzi en embarazadas fue de 6,8 % en el año 2000 y de 4,2% en 2009. En base a estos datos, se estima que cada año nacen 1.300 niños infectados por transmisión congénita. Cabe consignar que 9/10 niños tratados en fase aguda y 7/10 tratados en fase crónica se curan. La prevalencia media de infección por T. cruzi en niños menores de 14 años fue de 1,5 % en 2009.
Los doctores Guillermo Nuñez y Vanesa Chávez son bioquímicos de Manlab, Diagnóstico Bioquímico y Genómico (www.genesis-manlab.com.ar) indicaron que el Chagas es una afección causada por el parásito Trypanosoma cruzi, que ataca diversos órganos, principalmente corazón, esófago y colon.
"Aunque existen varias vías de transmisión, en la Argentina aproximadamente un 85% de los casos se originan por transmisión vectorial, es decir, a través de heridas en la piel de individuos susceptibles, causadas por picaduras de vinchucas portadoras del parásito. La segunda vía relevante es durante el embarazo.
Se han descrito también la vía de transmisión transfusional, por trasplante de órganos, la vía oral y por accidentes de laboratorio", indicaron los bioquímicos. Los especialistas indicaron que "por ausencia de políticas públicas de prevención en países desarrollados, la primera de ellas es la responsable de la globalización del Chagas".
Países endémicos
"La OMS considera a esta enfermedad como uno de los principales problemas de salud pública en América latina, en donde la Argentina es uno de los países endémicos para esta parasitosis. La OMS estima que en Sudamérica alrededor de 10 millones de personas están infectadas por T. cruzi debido a las malas condiciones de vida, a la presencia de la vinchuca y a la insuficiencia de políticas públicas, entre otros", manifestaron.
Asimismo, en las últimas décadas se ha observado con mayor frecuencia en los Estados Unidos, Canadá, muchos países europeos y algunos del Pacífico Occidental a causa de la movilidad de la población latinoamericana. Nuevamente, la principal vía de transmisión son las transfusiones sanguíneas. El consenso de 2010 define 2 fases clínicas de la enfermedad: la aguda, que se produce durante las primeras semanas de la infección, y la fase crónica, a la que algunos individuos pueden evolucionar y en donde se producen las afecciones en los órganos, principalmente el corazón (Argentina).
Tratamiento
Aunque se cree que el tratamiento de la patología para los casos crónicos en adultos sólo permite aliviar los síntomas, puede curarse si se la detecta tempranamente (durante la fase aguda de la infección) mediante la administración de drogas antiparasitarias. La detección se realiza mediante diversos métodos de laboratorio (parasitológicos y serológicos o bioquímicos) dependiendo de la fase de la infección y del estado inmunitario del individuo infectado.
Vale destacar que la detección de enfermos de Chagas es clave ya que los casos importados en zonas en donde la vinchuca está establecida pueden desencadenar una secuencia de casos secundarios, es decir, los infectados pueden transmitir el parásito a vinchucas sanas que, a su vez, lo transmitirán a individuos sanos. Los casos en mujeres embarazadas deben ser monitoreados para determinar la ocurrencia o no de transmisión congénita.
En individuos adultos portadores del parásito, su detección es fundamental para realizar el seguimiento clínico de la fase crónica y el cuidado de la calidad de vida del paciente. En todos los casos, los pacientes y familiares deben estar bien informados sobre la prevención de la transmisión dado que la persona portadora no puede donar sangre ni órganos.
Por otra parte, según la Organización Panamericana de la Salud, las últimas estimaciones de casos (2006) indican que en la Argentina habría 7,3 millones de personas expuestas, 1,6 millones de infectadas y más de 300 mil afectadas por cardiopatías de origen chagásico. La prevalencia de infección por T. cruzi en embarazadas fue de 6,8 % en el año 2000 y de 4,2% en 2009. En base a estos datos, se estima que cada año nacen 1.300 niños infectados por transmisión congénita. Cabe consignar que 9/10 niños tratados en fase aguda y 7/10 tratados en fase crónica se curan. La prevalencia media de infección por T. cruzi en niños menores de 14 años fue de 1,5 % en 2009.
10 ene 2013
Nace la Coalición Internacional Contra el Chagas
[España] José Villagómez supo que padecía la enfermedad de Chagas a los 34 años, cuando su hijo recién nacido fue diagnosticado en un hospital de Valencia y se practicó la prueba a los familiares del pequeño. La doctora que le trató, boliviana como él, puede haberle salvado de un mal que se camufla de patologías digestivas y cardiovasculares y que mata cada año a unas 12.000 personas. Como el resto de los casi 10 millones de afectados por el Chagas(la mayor parte de ellos en América Latina), el único pecado de José es padecer una enfermedad que hasta ahora ha preocupado muy poco a los gobiernos de los países que la padecen, a los donantes y a los grandes laboratorios farmacéuticos.
Es difícil ilustrar mejor el concepto de 'enfermedad olvidada'. Tan solo existen dos medicamentos disponibles contra el Chagas (benznidazole y nifurtimox, desarrollados hace medio siglo con un propósito diferente), que provocan importantes efectos secundarios y tienen una eficacia limitada cuando la enfermedad ha alcanzado una fase crónica. El tratamiento típico dura entre dos y tres meses, lo que dificulta su administración en poblaciones dispersas o de difícil acceso, como la del Chaco (que se extiende entreArgentina, Paraguay y Bolivia), donde más de la mitad de la población está infectada. Cuando es posible acceder a ellos, los medicamentos escasean y su administración sufre constantes interrupciones. No existen tratamientos para embarazadas y aún no se ha resuelto adecuadamente la formulación pediátrica. Por si fuera poco, carecemos de mecanismos eficaces para determinar la curación de los pacientes, aunque este problema se hace menos relevante si consideramos que los tratamientos existentes solo alcanzan al 0,2% del total de infectados.
Desgraciadamente, la enfermedad de Chagas constituye la regla en el panorama de las patologías que afectan fundamentalmente a poblaciones pobres en países sin recursos para la investigación e innovación. De acuerdo con los datos de Médicos Sin Fronteras, solo 16 de los 1.393 nuevos medicamentos desarrollados entre 1975 y 1999 estaban dirigidos a estas enfermedades. Desde entonces, esta cifra se ha multiplicado, pero solo 4 de los 29 nuevos productos indicados para enfermedades olvidadas suponen lo que se denomina "nuevas entidades químicas" (es decir, verdaderos descubrimientos): tres para la malaria y ninguno para la tuberculosis o enfermedades tropicales.
Naturalmente, la solución a este problema reside en un incremento dramático del gasto destinado a la investigación e innovación en el campo de las enfermedades olvidadas (que en 2011 era todavía el 1% de los 3.063 millones de euros dedicados a la I+D biomédica) lo que implica transformar de manera radical los incentivos que existen en este momento. Ya hemos hablado en este blog de algunas alternativas, como el Tratado Internacional sobre Investigación y Desarrollo.
Pero antes de llegar a ese punto será necesario un esfuerzo de movilización, creatividad e información pública a la altura de otros grandes retos de la humanidad. Si la codicia miope de las grandes farmacéuticas puso en marcha hace una década la reforma del sistema global de propiedad intelectual, ahora es el momento de impulsar una movilización que obligue a cada uno de los actores (público, privado, sociedad civil) a ofrecer una vez más lo mejor de sus capacidades. Precisamente con este propósito se puso en marcha en Nueva York hace pocas semanas la Coalición Internacional contra el Chagas, que persigue la innovación, pero también extender el acceso al tratamiento y mejorar el control en países endémicos y no endémicos como EEUU y –¿adivinan?- España: el segundo país no endémico más afectado, que ha decidido excluir del radar de la sanida pública a todos los enfermos infectados que se encuentren en situación irregular. Algo así como ahorrar en transporte eliminando los frenos.
La coalición ha sido impulsada, entre otros, por la iniciativa FINDECHAGAS (creada por José Villagómez y otros enfermos en España, y ahora de carácter internacional) y por el Instituto de Salud Global de Barcelona, cuyo centro de investigaciones está activamente implicado en la búsqueda de una curación eficaz y accesible para el Chagas. Su trabajo constituye una inspiración en uno de los ámbitos más complejos y fundamentales del desarrollo humano.
Es difícil ilustrar mejor el concepto de 'enfermedad olvidada'. Tan solo existen dos medicamentos disponibles contra el Chagas (benznidazole y nifurtimox, desarrollados hace medio siglo con un propósito diferente), que provocan importantes efectos secundarios y tienen una eficacia limitada cuando la enfermedad ha alcanzado una fase crónica. El tratamiento típico dura entre dos y tres meses, lo que dificulta su administración en poblaciones dispersas o de difícil acceso, como la del Chaco (que se extiende entreArgentina, Paraguay y Bolivia), donde más de la mitad de la población está infectada. Cuando es posible acceder a ellos, los medicamentos escasean y su administración sufre constantes interrupciones. No existen tratamientos para embarazadas y aún no se ha resuelto adecuadamente la formulación pediátrica. Por si fuera poco, carecemos de mecanismos eficaces para determinar la curación de los pacientes, aunque este problema se hace menos relevante si consideramos que los tratamientos existentes solo alcanzan al 0,2% del total de infectados.
Desgraciadamente, la enfermedad de Chagas constituye la regla en el panorama de las patologías que afectan fundamentalmente a poblaciones pobres en países sin recursos para la investigación e innovación. De acuerdo con los datos de Médicos Sin Fronteras, solo 16 de los 1.393 nuevos medicamentos desarrollados entre 1975 y 1999 estaban dirigidos a estas enfermedades. Desde entonces, esta cifra se ha multiplicado, pero solo 4 de los 29 nuevos productos indicados para enfermedades olvidadas suponen lo que se denomina "nuevas entidades químicas" (es decir, verdaderos descubrimientos): tres para la malaria y ninguno para la tuberculosis o enfermedades tropicales.
Naturalmente, la solución a este problema reside en un incremento dramático del gasto destinado a la investigación e innovación en el campo de las enfermedades olvidadas (que en 2011 era todavía el 1% de los 3.063 millones de euros dedicados a la I+D biomédica) lo que implica transformar de manera radical los incentivos que existen en este momento. Ya hemos hablado en este blog de algunas alternativas, como el Tratado Internacional sobre Investigación y Desarrollo.
Pero antes de llegar a ese punto será necesario un esfuerzo de movilización, creatividad e información pública a la altura de otros grandes retos de la humanidad. Si la codicia miope de las grandes farmacéuticas puso en marcha hace una década la reforma del sistema global de propiedad intelectual, ahora es el momento de impulsar una movilización que obligue a cada uno de los actores (público, privado, sociedad civil) a ofrecer una vez más lo mejor de sus capacidades. Precisamente con este propósito se puso en marcha en Nueva York hace pocas semanas la Coalición Internacional contra el Chagas, que persigue la innovación, pero también extender el acceso al tratamiento y mejorar el control en países endémicos y no endémicos como EEUU y –¿adivinan?- España: el segundo país no endémico más afectado, que ha decidido excluir del radar de la sanida pública a todos los enfermos infectados que se encuentren en situación irregular. Algo así como ahorrar en transporte eliminando los frenos.
La coalición ha sido impulsada, entre otros, por la iniciativa FINDECHAGAS (creada por José Villagómez y otros enfermos en España, y ahora de carácter internacional) y por el Instituto de Salud Global de Barcelona, cuyo centro de investigaciones está activamente implicado en la búsqueda de una curación eficaz y accesible para el Chagas. Su trabajo constituye una inspiración en uno de los ámbitos más complejos y fundamentales del desarrollo humano.
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